[Baja la cabeza un poco, cada vez la pones más y más rápido, vuelve a subir la cabeza.] Tu sabes, el viejo 'qué te pasa' gritado al oído, seguido de que tengo pura ceniza en vez de cerebro, unos cuantos golpes aquí y allá para después tranquilizarse y volver a gritarme cuando supo por qué fue en realidad.