[Por un minuto siente que va a callarse. Excepto que no lo hace--Porque algo le arde en le pecho.] Entonces viniste a decirme que te mereces esto, pobre tú, huh. Que por fin tuviste la decencia de darte cuenta que hey, tengo opiniones también. Te diste cuenta que era una persona que existía, o que no existía, lo que sea, para algo que no fuera ese maldito plan.