La mayor parte de los registros escritos que existen, aquellos que representan hechos como tales, no ahondan en los sentimientos y solo indican estadísticas.
Pero como tal, falta el lado empático. El porqué alguien hizo algo. No siempre lo justifica, claro, pero brinda suficiente perspectiva dentro de la persona.
No soy un juez. Sólo soy el registro. La sociedad decide de qué lado de la balanza se inclinan los hechos. Yo sólo soy quién está en medio. Y yo, persona... saber que alguien hizo A, B, C, no implica que sepa porqué.