[Asiente, y le echa un vistazo a su medidor, antes de volver a mirarte.] Ha sido un placer sin duda, Ivy. Pero ahora, si me disculpas, debo regresar a mis mediciones.
Aunque, si en algún momento puedo ser de ayuda o deseas charlar, estaré encantado y más que dispuesto. Y estoy seguro que sabrías dónde encontrarme.