Primero, no te prometo nada. [Si hay oportunidad de hacerlo se revolcará así esté con un traje de seda, okay. PRIORIDADES.]
Segundo, suenas como lo hago yo cuando estoy mintiendo. O en realidad, como cuando intentaba mentir y terminaba en el cepo con la cara llena de verduras podridas por el resto del día.
... No es que vaya a obligarte a que me digas nada, pero no entiendo por qué intentas ocultar que algo está mal.