[Hace un gesto, abarcando a su alrededor con su mano buena.] Este lugar, mate, es lo que la gente ha bautizado como Nadalandia. Pintoresco nombre, lo sé. Aunque no más que sus habitantes. Verás, cada uno de nosotros, sin excepción, ha sido atraído por esta tierra desde otros mundos. Algunos dicen que tiene voluntad propia.