[Vuelve a abrazarte, su cabeza contra tu hombro, y sigue temblando, pero no te suelta. Si está conteniendo las lágrimas, pero no te piensa soltarte]
Lo que me estás diciendo es terrible y sí, me asusta, porque aunque he estado leyendo al respecto son conceptos todavía muy abstractos y no los entiendo y sé lo suficiente para saber que aún cuándo llegue a hacerlo me seguirán pareciendo terribles y seguirán asustándome y... dios, Sam. No... no te disculpes. No por contarme la verdad.