[Ahora se suman sus gritos a hacerle coro. Mueve las piernas y con el brazo no herido intenta afirmarse del gancho, para disminuir el doloroso peso sobre su hombro. Jadea y aprieta los dientes, intentando controlarse lo suficiente para hablar.] Y-yeah. Y-yeah, quizás n-nunca debió traer... me de vuelta. ¿Es... es eso lo q-que querías oír? [Suelta otro quejido. No es como si no se hubiera preguntado lo mismo un millón de veces.]