[Lo piensa un momento.] No, no me da miedo. Creo que es mejor que sepan que puedo llegar a ser peligrosa a que no lo hagan.
Pero eso no significa que me agrade especialmente la idea de que me juzguen como peligrosa, sin darme una oportunidad de demostrarles que no tengo porqué serlo para ellos. Que no tienen porqué temerme.