No hubieras podido. Pero, de todas formas, la mitad de las cosas que dices suenan sospechosas, y eso no me ha detenido de aprender a diferenciar cuándo simplemente eres tú y cuándo realmente hay que preocuparse. Si no lo hiciera, te estaría apuntando con mi revólver el ochenta por ciento del tiempo. [Mmm, no iba a decir todo eso. Pero bueno, no hace mucha diferencia.]