Medio punto ahí. Sí, es cierto: crecí rodeada de magia, no he hablado mucho con muggles, con todo lo insoportables que son a veces, adoro a mis hermanos y mis dos mejores amigos son las mejores personas de todo el universo, tanto mágico como no. No crecí con eso. Oh no toda mi infancia, al menos.
Pero sé lo que es ser la paria de la escuela y sé lo que es dudar de ti mismo. Sé lo que es que no sólo tú, sino toda tu familia, sean considerados basura por tener principios distintos. Créeme cuándo te digo que SÉ lo que es tener voces volviéndote un monstruo.