[Artemis probablemente hubiera ido a saludar y felicitar a los dueños de casa, admirar el diseño arquitectónico, y contemplar con dignidad y un traje de fiesta sobrio al resto de los comensales.
...Como no es Artemis, está en la mesa de aperitivos haciendo una torre con pastelillos. Y con la corbata de su no tan sobrio traje desanudada, y la capa torcida. Aunque no suelta la rosa roja que venía con el atuendo.] ¡Mirad! ¡Es una torre encantada!