[Mueca.] Si tuviera un poco del sentido del honor tampoco habría tenido razones para enfermarse, para empezar. [Huele una flor y la saca, con gesto distraído.] Pero entiendo lo que hacéis, y lo aprecio. Vuestra lealtad es admirable. Puedo entender por qué Artemis os considera un amigo preciado.