Es una cosa curiosa. Hasta el momento en que mencionaste su nombre habría podido jurar que nunca había escuchado hablar de una tierra llamada Nadalandia, pero ahora me pregunto cómo jamás pude olvidarla. Es como si intentara recordar el sueño de un sueño, las imágenes distantes pero claras; como si recordara mirando al revés en un catalejo.
Y en respuesta a tu pregunta, sí, he crecido. Pero Rey ya lo era cuando nos conocimos, aquella vez hace tantos años.