[...] Sí, ¿qué más puedes hacer? [Avanza hacia tí tranquilamente, dibujando un arco por sobre su cabeza con la varita. De pronto los sonidos de la batalla se ahogan y suenan lejanos, a pesar de que la gente sigue luchando a su alrededor.] No es como si tuvieras otra opción, ¿no es así?