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[Despeina.] La fuerza no se mide por la cantidad de personas que derrotas, las habilidades que tengas o la cantidad de tiempo que puedes mantenerte en pie en una batalla.
La verdadera fuerza viene de no rendirse y la cantidad de sentimientos que pones en cada acción que realizas a lo largo de tu vida. Seguir adelante sin rendirte aunque caes es mas difícil que pelear en una batalla.