[Quita la sombrillita de su vaso y la pone en paralelo a la servilleta doblada a un lado.] Por supuesto. [Aunque no lo dice con aspecto muy entusiasta.] La pasada Navidad, Madre insistió en que asistiéramos al baile organizado en el City Hall de Dublín. Dentro de todo, supongo que fue una experiencia aceptable, a pesar de la dudosa calidad del pez espada y la irritante presencia de chicas demasiado risueñas.