[Deslizarse por el césped fue un fracaso. El mocoso es mucho más ágil y pega un brinco antes de que le arrebate el balón. La única consecuencia de su movimiento es haberse dado un pequeño baño con tierra.]
Tsk... qué molesto, eres tan escurridizo como una puta sanguijuela. [Se levanta con cierto disgusto, pero no da el brazo a rendir y vuelve a perseguirte.]