A diferencia de los demás exorcistas puedo ver el alma que se aloja en cada akuma. Aún cuando tienen la apariencia de un arma, hay un alma alojada en ellos que llora por sus seres queridos.
La inocencia es la única forma de destruir a los akumas sin hacerle daño a las almas que tienen dentro, por eso decidí este camino, en el que pudiera ayudar tanto a humanos como a Akumas. Y detener al causante que se aprovecha del dolor de las personas que pierden a un ser querido.