[Mira a Butler con elocuencia, pidiéndole en silencio que le deje acercarse solo, y el guardaespaldas entiende, por supuesto. Alza las manos para demostrar que no tiene segundas intenciones, y se acerca con cautela.] Porque no es la primera vez que hablamos. Mi nombre es Artemis, y no voy a hacerte daño.