Comienza ahora. Ni se te ocurra buscarme para vengarte de esto, ya que romperías la promesa ipso facto y volveríamos a empezar el ciclo. Medita sobre lo que te he dicho, sobre el origen de tus sentimientos, y trata de ocupar tu mente en aprender lo que te falta para ser un heredero honorable de verdad.
[mientras tanto, las cuerdas empiezan a brillar dorado y caen al piso solas]
Eso es un consejo que he escuchado antes, no una condición.