No sé si es tu amor o tu miedo el que te ciega. Pero como dije, un infiel a una cultura tiene permiso a opinar lo que crea sin represalias, en especial porque tu padre no está acá para quemarme a mí. Así que estoy en todo mi derecho a tomar bando con lo que sea que te poseyó ese día, y a ver al señor de la Nación del Fuego como un rey y un guerrero deshonorable y cruel.