[Sonríe.] Sí, eso suele suceder. [Te observa una última vez, y luego hace amago de sentarse, a la vez que te indica un asiento frente a él.] Pero, ¡toma asiento, por favor! Debes estar algo mareado. Y quizás podríamos conseguirte una taza de té y unos cuántos bolluelos, si te apetece.