Con gusto lo haría, el minuto de silencio. Por un lado, recordé todo y todos en mi segunda llegada. Por el otro, tuve que reorganizar las apps con mi progreso y mi backlog porque ahora los datos estaban equivocados. Fue difícil porque Steve, er, el Capitán América me quitó el teléfono y el Pad of I como castigo por unas semanas.
[y se le ha olvidado que está hablando con alguien que potencialmente lo podría considerar un Evil McBaddington fingiendo ser nené]