Un día, una de las parejas llegó en una carreta de circo, porque habían escuchado que había un hombre peligroso por ahí y aunque no se lo creían mucho, mejor prevenir, ¿verdad? Entonces ni siquiera soltaron a su camelefante y se quedaron ahí dentro, por las dudas.
Nada más había pasado un ratito cuando empezaron a sentir el calor y olor a humo. Enseguida huyeron, pero mientras se iban... [Hace una pausa DRAMÁTICA] Sintieron que algo raspaba la madera de la carreta.