[Comienza a pasearse frente a tí, lentamente.] Ustedes siempre me han entendido mal. Van por ahí diciendo que quiero destruir el mundo, cuando eso es lo último que querría hacer. ¿Por qué destruir la última y más maravillosa obra de Dios? Eso no tendría sentido.
No, lo que yo deseo es salvarla, preservarla, como debió haberse hecho hace mucho tiempo.