Son imperfectos, sí, pero existen almas que superan el nivel de belleza que ninguno de nosotros podría soñar en alcanzar. Como la de los dos hermanos Winchester. [Te va a mirar ahora, triste por cómo las cosas se tuvieron que dar en su familia.] Son su creación, fueron sus órdenes. Debimos seguirlas y si en verdad nos ha abandonado para siempre... son las últimas que debemos acatar sin recelo.