¿Sinceramente? Yo tampoco. Después de lo que tuvo que suceder para que comenzara a aceptar el hecho de que iba a casarme cuando... [Se interrumpe. Hablar de Mary aún le duele un poco.] Bueno, pero definitivamente soy la última persona que va a quejarse porque esté de acuerdo con mi compromiso. Es un alivio, francamente.