[Se quita la capucha, porque le parece correcto] La sola idea de acercarme tanto a alguien me... pone nervioso, si te soy honesto. No estoy acostumbrado--Estas cosas nunca resultan muy bien conmigo.
[Sigh, de qué está hablando siquiera] Pero entonces me di cuenta que valía la pena el esfuerzo si era por ti.