Craso error de lógica. Comencé expiando las culpas, no asignándolas.
En fin, mientras mi hermano me buscaba y despertaba, unos seres horribles atacaban Asgard. Al regresar, tal era el estado que pasó un buen rato antes que alguien reprochara mi presencia en voz alta. En voz baja es otra cosa.