¿Qué esperabas de alguien que seguro nunca tuvo que tocar una cocina en su vida? Pero al menos lo intenta. Nuestro Batman... no es que no quiera a sus pollitos, pero es incapaz de demostrarlo como la gente normal. Sólo sabe hacerles creer que "no son lo suficientemente buenos" y ponerlos a prueba constantemente.