Puedo decir, sin embargo, porqué creo que acabé diferente. No es que esté libre de malicia exactamente, pero al no tener recuerdos de mi otra vida no tengo ningún rencor común a ese otro tipo. Nunca nací como un pequeño gigante de hielo, abusado por un padre biológico cruel y rodeado de ignorancia, dándome una ambición de ser superior a mi gente y enemigos por igual. Nunca crecí a la sombra de un príncipe guerrero dorado malcriado, despreciado por no hacer las cosas como él y sus amigos, dándome una envidia que acabaría en ansias de destrucción. Mi origen fue encontrar un hermano feliz de que yo existiera, incluso con todos mis defectos y moralidad.
No me creas. Soy Pedrito hablando en voz alta de sus lobos internos que ahora sí están acá y devoran su rebaño.