[Había imaginado en incontables ocasiones lo que haría cuando volviera a verte. Si las circunstancias se daban, se apresuraría a abrazarte y no te soltaría hasta que fuera necesario. Si no, esperaría el momento oportuno para hacerlo, tratando de que éste llegara lo más pronto posible]
[Sin embargo, lo que hace ahora es caminar lentamente, con una extraña tranquilidad pese a la mezcla de dolor y alegría que oprime su pecho] Aún tienes tiempo. [Cierra el reloj luego de mirar por última vez la fotografía que se encuentra adentro] No se supone que debas rendirte.