[Siente como le falta el aire al darse cuenta de lo que tienes pensado hacer y de que no cuenta con la fuerza o energía suficiente para detenerte.]
¡Mier--¡No me importa perder mi brazo! Así que no te atrevas a soltarte. [Comienza a balancearte despacio, mordiéndose el labio para ahogar sus quejidos.]