[Se pone de pie con un gruñido y un siseo cuando hace fuerza en el brazo, sin soltar nunca el rifle.] Sobreviviré. [Y estaba apuntando a la cosa para dispararle donde habías lanzado el batarang explosivo cuando-- NOPE, VIENTO. Por suerte no le toca viento particularmente cortante, y solo sale despedido con fuerza hacia atrás, aterrizando su cabecita en el suave tronco de un árbol.