El hecho que el lugar se haya tomado el deber que recrear cualquier reunión/fiesta familiar dónde tus padres te obliguen a socializar con tus parientes lejanos, a los que jamás haz visto en tu vida antes, no es tan malo cómo el hecho que te prohíban acercarte a quienes ya sabías que son cool (o a tu familia directa siquiera).