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[Volviendo a concentrarse en su smartphone.] Te recomiendo que te ahorres la molestia. En primer lugar, porque aquél hombre que ves allí volviendo con mi botella de agua es también mi guardaespaldas, entrenado para matar en más de mil formas a la primera señal de peligro. Si intentaras cualquier cosa extraña no tendría más remedio que neutralizarte, y limpiar el desastre luego es siempre un fastidio.