[Pero él te conoce, todas tus virtudes y defectos. Sabe quién eres y no podría ser de otra forma. No podría dejarte ir cuando dejó ir todo lo demás por su confianza en ti.] [Y es por todo eso que esa palabra duele más que una espada atravesando su ala.] [Pero no dice nada... porque sinceramente, ¿qué puede decir ahora? Sólo te mira, como siempre.]