Tomaré el silencio como sorpresa ante una verdad desagradable. Oye, no te lo digo para mal. Yo mismo me preocupé por hacer cosas extraordinarias para jactarme de ello y ser tan importante como mis hermanos, cuando era menor que tú. Claro que nunca me paralicé en fracaso ni me preocupé, pero es realmente una fuente de estrés innecesario. ¿Te lo exige tu familia o es autoimpuesto?