[Tiene fruncido el ceño y niega, pero sigue mirando a Molly fijamente. Pareciera que cada cosa que dice le cuesta un mundo.] No... No es normal. No la forma, por lo menos.
Me veo súbitamente influenciado por un ataque hormonal, y mi cuerpo responde secretando endorfinas ante el estímulo visual de manera completamente imprevista, provocando esta... curiosa infatuación. [Su esfuerzo por concentrarse y dejar de pensar en lo lindo que es el cabello de Molly, te lo muestro.] Incluso yo sé que la pubertad no comienza de un momento a otro.