Pues me temo, querido amigo, que quizás yo me vería incluido en aquella parte de tu vida. [Pero está sonriendo. Aunque sea una sonrisa algo triste.] Y como verás, aquí estoy. Tan vivo como podría estarlo alguien que viene a recomendarte el delicioso pastel de arándanos que los elfos han preparado para nosotros esta noche.