[Ese, Kate, ese fue un suspiro de alivio.] Yo tampoco lo cambiaría.
[No lo piensa mucho, porque si lo piensa está segura que no lo haría. Así que, acorta algo la distancia y se inclina, recargando su cabeza en tu hombro, cerrando un poco los ojos.] Dime Babs. Me gusta cuando me dices así.