No realmente. Es decir, que me ofendiera o algo así. Me habría preocupado que tomara naturalmente que un perfecto desconocido llegara a saludarle, y quizá debí pensar eso antes de, pero suelo darme cuenta de esas cosas hasta mucho después.
Eres tú y eres mi amiga y no cambiaría eso, Bárbara.