A tía Vivian no le gustaban los programas que le gustaban a tía Lily, y las dos pensaban que la televisión de la época era o demasiado violenta o demasiado sexual para su sobrina así que me dediqué a los libros mayormente, salvo algunas películas de vez en cuándo.
[Y lo que las queridas, si sobreprotectoras y paranóicas, tías Lily y Vivian nunca supieron fue que su sobrina, la que se volvería la turista solitaria, había pasado muy entretenida gran parte de su adolescencia con los libros de romance erótico que las dos tías habían pensado que habían escondido tan bien en el ático de la casa]