Sabia decisión. [Por lo de la mano. Se aleja de tí tranquilamente, y se arregla el traje allí donde lo arrugaste. Tampoco nada pasó por aquí.] Ahora, permíteme aclararte un poco las cosas. Primero, no existe ninguna relación entre nosotros. Segundo, no me gusta infligir dolor. Es desagradable, inhumano y el método más primitivo para tratar con problemas primitivos.
Y tercero, acabo de utilizar sólo el cinco por ciento de energía contigo. Te lo menciono en caso de que planees darme algún motivo para incrementar esa cifra.