Apesta tanto incendiar cosas sin querer, bro. [quedándose corto]
No creo que sea la misma situación exactamente. A ver, hace como 50 años o algo, unos hermanos nuestros hicieron un dragón autómata de bronce para que fuese guardián del campamento. Pero con los años, fue digamos que perdiendo la cabeza, y acabó botado en el bosque. Mi predecesor lo acogió, pero cuando se murió el verano pasado, el dragón no tenía quien le hiciera mantenimiento y volvió al bosque a prender árboles y gente y gente-árboles en llamas.
Las otras cabañas querían que lo destruyeran y lo cortaran en pedacitos. Aunque era una amenaza, nadie quería realmente hacerlo.