Lorelei, mija, soy tan sabroso que tus papilas gustativas explotarían en un millar de orgasmos múltiples. De treinta minutos cada orgasmo. Mirando al infinito, un universo de sabores y especias desconocidas con sabor adolescente y salsa ardiente como el mejor sueño húmedo de tu vida.
... No podrías volver a comer. Nunca nada sería igual.