No. Te equivocas, llegado cierto punto es cuando tienes que recapacitar y ver si lo que estás haciendo es realmente lo correcto. Al fin y al cabo, a la larga acabarías pagando por tus propios errores...
[Duda un poco, pero coloca una mano sobre tu hombro.] Quizá nunca nos hemos llevado bien, pero... pero eres mi hermano. Y no quiero que te pierdas.