[Tú eras el que quería hablar. No se mueve, más que nada porque sigue temblando]
Y estoy tan cansado de hablar, de suplicar y que no me escuches, que finjas que lo haces pero que lo ignores al momento en que mejor te convenga.
Mis celos, las demostraciones públicas de afecto, tus amistades. Todas las cosas que cedí y en las que cambié por ti porque me dije que si no te perdería y no sirvieron de nada. Aún así te perdí, aunque me prometiste que no lo haría. Te dije cuál era mi miedo y lo hiciste real, Yuuri.
Ya no quiero hablar porque no sirve de nada. Puedes decirme que quieres hablar, pero eso no es cierto. Lo que quieres es que me calle. Y ya no puedo.