[No cuentes tus lechuzas antes de que sean enviadas.
Da un paso adelante con la varita y los brazos en alto y de pronto, ¡zas!, donde se encontraba el primer baúl hay una cuerda de pañuelos de colores anudados, que se enrosca sobre sí misma con forma de baúl. Se de desarma en silencio sobre el suelo, y deja al descubierto el segundo baúl.]